viernes, 5 de febrero de 2010

La Película Avatar y el Diálogo en la Responsabilidad Social Corporativa

Si Ud ha visto la película Avatar entenderá lo que diré en las siguientes líneas. Si no la ha visto permiteme darle una sinopsis de la linea de la historia. En un planeta llamado Pandora una compañía minera sin escrúpulos decide destruir al habitat una raza nativa. La escenificación tiene mucho en común con nuestra selva Amazónica. El argumento es de que solo cuando los nativos se levantan en armas podrán solucionar sus problemas con la compañía minera y sus mercenarios sangrientos. Los avatar son cuerpos utilizados por un grupo de científicos que trabajan con la minera en forma de un especie de ONG para lograr la Responsabilidad Social Corporativa. Dichos científicos se ven usados por la minera y se unen a los nativos en su pelea para salvar su manera de vivir. Es un clásico del género tipo malo versus tipo bueno de Hollywood.

Para mí el problema reside en la sobresimplificación de la situación que en la vida real es sumamente complicada. Las relaciones entre los pueblos indíginas y las mineras son de gran importancia para el desarrollo económico de países como el Perú, Bolivia, Ecuador, y Brasil. En el caso del Perú el año pasado las relaciones entre los indíginas y las mineras se desintegraron de tal manera que hubo una matanza de agentes de la Policía Nacional Peruana por parte de indíginas que eran convencidos de que el estado peruano había vendido la selva a las mineras.

Lo que falta en el desarrollo de la Responsabilidad Social Corporativa es el diálogo entre las diferentes comunidades indígenas, mineras, y las ONG diversas que luchan contra la pobreza. El diálogo abriría las posibilidades de comprensión entre los diversos partidos para encontrar maneras efectivas de lograr el desarrollo justo de la riqueza mineral y el bienestar social de los pueblos indígenas. El ejemplo de la película en cuestión no ayuda en el desarrollo del diálogo sino empuja hacia la violencia de ambos lados del conflicto. Ojalá Hollywood tuviera mayor conciencia de su propia responsabilidad social corporativa ante las masas que miran sus películas.